jueves, 15 de septiembre de 2011

Las 250 niñas del ciberdepredador

Un estudiante de informática sometía a un cruel acoso por Internet a cientos de quinceañeras hasta conseguir que le facilitasen fotos y vídeos en los que ellas aparecían desnudas o en actitudes procaces
Dieciocho horas diarias frente al ordenador en busca de presas quinceañeras. Como un depredador, Jorge rastreaba Internet de forma obsesiva, incluso a las cinco de la madrugada, siguiendo las huellas de niñas de entre 12 y 17 años. Y cuando descubría a una de ellas, se lanzaba al ataque como una pantera. Aunque inicialmente encubría su zarpazo ocultándose él mismo bajo la apariencia de una adolescente con nombres tan melífluos como "terroncito-de-azúcar" o "nena-golosita". Así logró engañar durante los últimos seis meses al menos a 250 jovencitas que sufrieron su acoso implacable e inmisericorde. "Si no cedes a mis deseos", les venía a decir el ciberdepredador, "te dejaré aislada, te desconectaré de todos tus amigos, difundiré todos tus secretos y enviaré esas cosas a toda tu lista de correo electrónico". Esas cosas eran las fotos íntimas -desnudos o semidesnudos- arrebatadas a las víctimas mediante engaños o mediante la más cruel y abyecta coacción. Hace unos días, la Brigada de Investigación Tecnológica (BIT) de la policía detuvo a Jorge M. C., un estudiante de informática de 23 años, acusado de tener sometidas a cientos de adolescentes a un asedio que a más de una estuvo a punto de llevarle al suicidio.El presunto acosador ya había sido arrestado con anterioridad, en octubre de 2008, como supuesto autor de coacciones a una joven madrileña que sufrió una auténtica embestida informática. En esa ocasión, los agentes hallaron en su casa de Chipiona (Cádiz) un ordenador de sobremesa y dos portátiles. "Los discos duros estaban a reventar. Contenían miles de fotografías de chicas", recuerda un inspector.

El juez del caso dejó en libertad provisional al detenido, que sin pérdida de tiempo reemprendió su manía. Apenas dos semanas después ya fue detectado intentando acorralar a más quinceañeras. No todas eran nuevas: entre ellas estaban tres de Sevilla y una de Toledo a las que ya tenía cercadas de antes.

Si no cedes a mis deseos", les venía a decir el ciberdepredador, "te dejaré aislada, te desconectaré de todos tus amigos
La policía continuó sus investigaciones a partir del material decomisado en poder de Jorge. Él guardaba todo. Y abría una carpeta informática de cada una de sus víctimas para saber exactamente quién era. En esa carpeta figuraba su identidad, su domicilio, su número de teléfono, las claves de sus cuentas de correo eléctronico y el listado de todos sus amigos o personas con las que había contactado, fotos, vídeos, etcétera. Eso permitió a la policía seguir el rastro de todas sus expediciones en busca de nuevas presas.

Fuente: el pais

No hay comentarios:

Publicar un comentario